Bienvenido|a a Indagación & LiberaciónEste espacio es para quienes sienten un llamado profundo a ir
más allá de técnicas, caminos y prácticas espirituales.Aquí comparto lo que descubrí como el final del camino:
saberse libre, definitivamente.Esa libertad ya está aquí,
aunque suele pasarse desapercibida
por identificarnos con lo transitorio en lugar de con lo real.Acá vas a encontrar:
📿 Meditaciones guiadas
🎧 Audios con respuestas a preguntas reales
💭 Un lugar donde podés hacer tus propias preguntasNo se trata de creer ni de seguir una forma en particular.
Es abrirse a mirar directamente lo que siempre estuvo aquí.Ese ver, por sí mismo, es la liberación.Que estas palabras, meditaciones y respuestas
puedan acompañarte en ese descubrimiento.Pau

• entrar

• menú

Querés regar
la semilla de I&L?Tu aporte ayuda a que este espacio siga creciendo.
Cualquier colaboración, grande o pequeña, es bienvenida.muchas gracias!🌳

meditación guiada

• menú

Utilizá estas meditaciones simples, para familiarizarte con la práctica y el modo en que Pau comparte.
Si querés recibir un aviso cuando haya nuevas meditaciones, suscribite
Para escuchar preguntas y respuestas sobre Indagación & Liberación hacé click acá 🎧

• volver
• menu

• volver
• menu

• volver
• menu

• menú

Las preguntas y respuestas a través de audio han finalizado.Podés enviar un mail a [email protected] si te interesaría asistir a Satsang con Pau💛

novedades en camino!💛

• volver
• menu

indagación &
liberación

• volver
• menu

• volver
• menu

• volver
• menu

• volver
• menu

• volver
• menu

• 🔙
• menu

• volver
• menu

• volver
• menu

• volver
• menu

• volver
• menu

• volver
• menu

• volver
• menu

• volver
• menu

• volver
• menu

• volver
• menu

• volver
• menu

• menú

Desde pequeña, Pau vivió con una pregunta en el corazón. Observaba el misterio de la vida, veía la alegría y la pena pasar de un rostro a otro como nubes cambiantes, y algo en ella permanecía intrigada, mirando.Un día, a los quince años, un libro de meditación apareció en sus manos. Fue un latido que la empujó hacia años de silencio y búsqueda.En 2012 finalmente la vida la llevó a su maestra definitiva, una maestra Zen radical . Durante varios viajes a India, en largos meses de Satsang, el mensaje de Liberación y la verdadera naturaleza de la mente, se fue revelando con total claridad

En su casa, el yoga siempre había sido un refugio y una medicina, y desde allí las preguntas de sus alumnos comenzaron a brotar. Al principio giraban en torno a la práctica y la meditación, pero con el tiempo viraron hacia lo esencial: la liberación, la autoindagación.Es entonces que decide crear este espacio online: aquí responde preguntas de cualquier persona, de modo que todos puedan escuchar; y, como le gusta decir: “hilvanar” su propio camino dando la “puntada justa”, es decir: haciendo la pregunta correcta 🪡En el fondo toda pregunta es un eco de la misma: ¿Quién soy yo? , la pregunta fundamental, que permite que se revele la realidad de nuestra naturaleza: absoluta libertad, absoluta dicha .

Influencias

• Osho
• Dolano
• Ramana Maharshi
• Papaji

• menú

Mi madre amaba los pavos reales.
Cada vez que veíamos uno realizando su ritual, era un momento casi místico. ¿Acaso no es un instante de meditación cuando la naturaleza nos sorprende con su belleza infinita?Nuestra verdadera naturaleza—Sat-Chit-Ānanda: existencia, conciencia, dicha—se revela en el espectáculo de su inmensa cola, con plumas que parecen ojos observándonos en silencio ✨En la mitología india, el pavo real es sagrado: lleva a Karttikeya, adorna a Krishna y acompaña a Sarasvatī.Abundancia, transformación, gracia.Su canto es único, incomparable—un susurro al misterio mismo de la existencia.Por eso lo elijo: lo sagrado, lo presente, lo eterno, y el recuerdo atesorado de mi madre sonriendo ante semejante esplendor… todo reunido en un instante, donde los colores vibrantes de sus plumas nos invitan a despertar 🪶✨Pau 🫧

💛

document.getElementById('like-pavoreal').addEventListener('click', function() { gtag('event', 'like_pavoreal', { 'event_category': 'Blog', 'event_label': 'PAVOREAL' }); });

ph credits Rinku Singh

• menú
• meditación🎧
• I&L🎧

Pregunta 2
Pregunta: Antes de encontrar a Dolano, ¿cómo describirías tu práctica o tu búsqueda espiritual?

Pregunta 1
¿Podrías contarme un poco sobre quién sos y cómo comenzó tu interés por la meditación y la indagación?

• 🔙
• menú
• meditación🎧
• I&L🎧

Pregunta: ¿Podrías contarme un poco sobre quién sos y cómo comenzó tu interés por la meditación y la indagación?Pau:Recuerdo una infancia -te hablo de una niña pequeña de 4 o 5 años- ya preguntándole a una monja en su escuela: “Hermana, ¿dónde está Dios?”.
Con muchísima sinceridad hice la pregunta, tanto es así que la monja se asustó y se fue, jajaja.Creo que definitivamente ahí ya estaba presente la semilla, la pregunta vestida de esa inquietud.Después vino una niñez – pre-adolescencia – feliz y no feliz, como todos los niños y niñas: momentos dramáticos, pero sin embargo en relación a esta cuestión, tengo recuerdos de aferrarme mucho a la religión (en ese momento iba a escuela de monjas y la religión era la católica).
Íbamos a misa con mi madre, cantábamos las canciones durante la ceremonia, y eso me daba una sensación como de elevación del espíritu, o algo así.Creyendo, aferrándome… y algo ahí se “cocinó”, lo considero un momento súper importante. No importa el disfraz que la inquietud asumía, pero había esa convicción de que “hay algo más allá de estas formas, de esta manifestación, hay algo…”.Y lo que estaba presente en esa inquietud… fue el hilo conductor a lo largo de la búsqueda.
Para mí en ese momento, tomaba la forma de Dios y Jesús, pero eso no era lo importante.
Lo más importante era la bondad, el amor y la sensación de que “algo” me estaba ayudando, acompañando y guiando.

Pau a los 6 años en acto escolar
Escuela Nuestra Señora de Gracia y Buen Remedio - V. Devoto | Buenos Aires

Llegó la adolescencia, y alrededor de mis 15 años aparece un libro sobre meditación, que elegí “al tuntún” en una librería, con la poca plata que tenía en el bolsillo.
El título era Más allá de las fronteras de la mente, de Osho. Recuerdo que estaba pasando un momento difícil con mis padres; no me hablaba con nadie, no quería estar con ellos.
Estábamos de vacaciones, y yo, sentada en la playa, mirando el mar, dándole la espalda a todos…(risas), yo leía ese libro y el corazón me latía fuerte.
Me hablaba de meditación, de los espacios de silencio entre los pensamientos, de la búsqueda.
Me hablaba de Buda y decía algo como: “Sos Buda, tenés que averiguar por qué no te das cuenta que lo sos”.
Para mí, a los 15 años, eso fue como un rayo.
A partir de ahí nunca más hubo retorno.Toda mi adolescencia me acompañó Osho, que para mi es el mejor maestro de meditación que podés encontrarte cuando empezás a “sospechar” (risas) que “acá hay gato encerrado”! Todo su humor, su inteligencia, su elocuencia… es un maestro que va vaciando tu mente llena de cacharros y la deja lista para meditar.
Así transité mis años adolescentes y un poco más.En el medio fui madre, cuestión que me absorbió por completo y, por un momento me sacó del camino (sólo en apariencias, porque todo es parte).Después llegaron más libros y enseñanzas: Nisargadatta Maharaj, Ramesh Balsekar, todo lo que encontraba sobre Advaita y Zen estaba ahí. Pero lo que me pasaba en esas instancias era que empezaba a acumular conocimiento intelectual.
Y sin darme cuenta, en un momento mi mente estaba dando vueltas a lo loco con todas esas teorías y conceptos, y pensaba: “Esto no para, no va para ningún lado”.
Y yo estaba que no daba más, porque el sufrimiento espiritual es el peor: cuando pensás que estás “avanzando” y en realidad solo estás acumulando conocimiento. Ese sentimiento es el más desesperante.Pero ahí, en medio de ese fuego inmenso y desesperación, apareció mi maestra, Dolano. Y ese es otro capítulo; pero te digo que cuando pensaba que me moría de la desesperación, y pedía y suplicaba por un maestro vivo, que me ayudara, justo ahí apareció.Y eso es lo que quiero decir: cuando es el momento, aparece, porque sos vos mismo en otro rostro, en otra forma, pero sos vos mismo respondiendo a tu llamada…continuará :)

• 🔙
• menú
• meditación🎧
• I&L🎧

Pregunta: Antes de encontrar a Dolano, ¿cómo describirías tu práctica o tu búsqueda espiritual?Pau:
Antes de encontrar a Dolano, mi búsqueda espiritual… es difícil marcar un punto de partida, pero tengo flashes muy nítidos en la memoria.
A mis cinco años, un amiguito falleció. Mi madre me explicó -como pudo- el significado de la muerte. Y recuerdo que yo pensaba: ‘ah! esto puede pasar?’ Todos los niños son investigadores natos de la realidad, y como tal, yo era muy observadora y reflexiva.Mucho más adelante, otra “posta”: cuando conseguí el primer libro que mencioné antes, de Osho. Eso fue como un fósforo que se encendió en la oscuridad y se volvió una antorcha. Ese podría ser un momento decisivo.Y hubo dos pilares en paralelo en ese momento. El primero y más importante fue la autoindagación. Yo no sabía que tenía ese nombre, pero leía a Osho y a otros maestros de zen y de advaita, y para mí esas lecturas eran verdaderos Satsangs. Mi mente era una esponja! y las palabras calaban hondo e iban marcando un rumbo.
Poco a poco iba reconociendo algunas cosas. También había, claro, una necesidad de recopilar conocimiento, algo normal en el camino cuando hay tantas “pelotas en el aire”, no?Y todo ese conocimiento acumulado al final tiene que ser descartado. Ante un maestro vivo, uno no va a debatir con el maestro… hay que descartar todo y escuchar; pero en ese tramo de búsqueda es normal, la mente quiere guardar en su archivo toda esa data ‘por si las moscas’, jajaja.
No siempre se sabe por dónde seguir, pero en medio de esas lecturas había momentos de silencio y comprensión real que me fueron llevando, poco a poco, en la dirección correcta.

Pau en sus años de práctica y búsqueda
Pinamar, año 2008

Navegando la búsqueda con el Yoga como balsaEn ese tiempo las emociones eran muy agobiantes: sufría mucha ansiedad, angustia. No eran problemas concretos. Desde chica ya lo sentía. Recuerdo que en la adolescencia mi padre me preguntaba: “¿Cuál es tu problema? Decímelo, te lo soluciono”. Y yo trataba de explicarle que no se trataba de algo específico. Le decía: “No, es que vos no entendés, papá. Pase lo que pase, aunque haya algo que me haga feliz por un momento, sé que eso desemboca en la infelicidad nuevamente”.Hoy veo que esa observación temprana era aguda: yo estaba hablando, sin saberlo, de la dualidad, de la naturaleza transitoria de las emociones y de lo poco confiable que es aferrarse a un instante de “felicidad”. Eso, que en su momento era muy fuerte para mí, hoy lo reconozco como una bendición.El sufrimiento sin causa aparente —no la tristeza natural que surge de episodios concretos, como por ejemplo puede ser la muerte de un ser querido—, sino el de tipo existencial, sin motivos, es una bendición.
Es ahí donde uno empieza a hacerse las preguntas que valen la pena.
Cuando no te pasa nada en concreto y, sin embargo, estás en el mismísimo infierno! (risas)… empiezan las sospechas sobre lo que sabemos y lo que no sabemos.La mirada se repliega hacia adentro, y ahí comienza la indagación. La mente se observa a sí misma, que maravilla no?!
Ese movimiento hacia lo interno es un gran avance. Quien hace ese giro ya no tiene vuelta atrás y está en la antesala de la liberación, si la búsqueda es auténtica.Pero como decía, el agobio emocional me llevaba a necesitar alivio, y ahí apareció el yoga, mi otro pilar.Desde chica había tenido contacto con la danza, la gimnasia artística y la expresión corporal. Además, en la adolescencia tuve un acercamiento al yoga a través de mi madre, y Osho a veces hablaba de los asanas. Así empecé, casi como una manera de estar más cerca de todo ese mundo que se estaba volviendo central para mí.En el yoga el idioma era el Sánscrito y todo tenía que ver con India, y con lo que estaba leyendo.Al margen de todo eso, el yoga funcionaba, calmaba y funcionaba como un “puente” a la meditación, Fue muy obvio lo bien que me hacía y no lo dejé nunca más.Hoy claro que sigo practicando ásanas! mi cuerpo lo ama, mi mente lo ama, y siempre está contenta después de hacer la práctica.En síntesis, esos fueron mis dos grandes pilares antes de encontrar a Dolano: la indagación y el trabajo con el cuerpo.
La primera fue el verdadero motor, la que me fue llevando hacia el reconocimiento, hacia el saber. El segundo, el yoga, fue un apoyo esencial, una forma de atravesar el sufrimiento y darle espacio al proceso.Y sobre todo, la meditación fue la “autopista”. Sentarse, permitir que la mente descanse, que no haga nada… y que la investigación naturalmente suceda… este es el verdadero “path”. Sin mirar a los costados. Sin distraerse con esoterismos. De manera científica, observando la mente. No hay forma de extraviarse con la meditación!Ese fue mi recorrido hasta que apareció mi maestra: qué gran suerte tuve!!! la existencia manifestándose en alguien que habla para vos, que al escucharla parece que tu mente misma hablándote, traduciendo, diciéndote: “esto es lo que necesito, vamos para ahí, llévame por favor!” jajaja
Eso ya es un gran milagro.
Cuando el maestro aparece, dice justo las palabras que necesitás, y cuando las escuchás, tu mente se detiene por completo, y solo puede decir: SI! AHÁAA!Continuará :)